La propuesta gastronómica en el hotel Las Tanusas y su restaurante BocaValdivia es pura creatividad. Su chef, Rodrigo Pacheco, se formó en Francia y trabajó en restaurantes que tienen las anheladas Estrellas Michelin, esas que otorga la Guía que lleva el mismo nombre y que son sinónimo de excelencia.
Cuando un restaurante o un hotel consigue una estrella Michelin inmediatamente se puede ver el efecto de ésta en su negocio, así como también cuando se pierde ya que no son vitalicias sino que deben mantenerse por su calidad.
Volviendo a Pacheco, cansado del estrés de las cocinas europeas regresó a su país natal y encontró en Las Tanusas un proyecto de tranquilidad y pasión. Allí, junto a su equipo, pescan y cultivan hortalizas, frutas, hierbas y verduras orgánicas. Con los regalos de la tierra y el mar -como los llama el chef- prepara cazuelas de verde, ceviche de pulpo, plátanos con sal prieta, bolones de queso artesanal, helado de orito aromatizado con cáscara de limón...
BocaValdivia, restaurante de este hotel, es el mimado de Pacheco. En un ambiente decorado como una suerte de lounge rústico se sirve manjares que salen de la creatividad del equipo que trabaja en cocina.
El menú varía según lo que se pesque y dé la tierra. En abril del 2015 Pacheco sirvió una cena de siete tiempos. El postre estuvo a cargo del chef de República del Cacao, Santiago Cueva.
Pasa Bocas
Lomo fino de Huayaipe (pescado de la zona) tratado como atún, con alcachofa, pistacho y emulsión de wasabi.
Entradas
Calamar fresco en dos servicios. Mermelada de zanahoria blanca y cítricos confitados de la finca.
Capuchino de concha prieta, crutones de yuca y emulsión de palo santo.
Platos fuertes
Langostino del día al vapor, gnocci de plátano verde y caviar de la tierra (amaranto).
Costillar de cerdo cocido a baja temperatura, polenta de maíz fresco y tomate silvestre.
Postres
Piña e hinojo confitados, bizcocho de café, crema de limón mandarina y sorbete de chocolate blanco
Cremoso de chocolate al 71%, pimiento amarillo y mora marinados y crocante de cacao
Después de esta cena es fácil transportarse al paraíso. Quizá este restaurante no esté en la Guía Roja (así se le conoce a la Guía Michelin) pero la pasión de Pacheco y su equipo hacen que este lugar sea un punto obligado para quienes aman la gastronomía.